Del ruido a la armonía: La ciberseguridad también necesita una Batuta

Batuta, es el nombre que se le da a la vara del director de orquesta —ese objeto pequeño que, en manos de la persona adecuada, puede transformar el caos en armonía. El ruido en la música. Y fue justamente esa imagen la que me hizo pensar que tenía todo el sentido del mundo que nuestra plataforma se llamara así.

Hace más de diez años que estoy inmerso en el mundo de la ciberseguridad, liderando equipos de respuesta a incidentes. Con el tiempo, empecé a notar algo que se repetía una y otra vez: los clientes enfrentaban los mismos problemas durante los incidentes, y esos problemas siempre tenían el mismo origen. Por ejemplo, en momentos críticos, como un incidente de ransomware dentro de una organización, las soluciones tradicionales muchas veces ya no están disponibles: el EDR fue desactivado, Active Directory dejó de funcionar, las herramientas de siempre fallan. Esa falta de visibilidad y control en los momentos clave es justamente lo que permite que los incidentes se propaguen con mayor facilidad. En ese instante, los equipos de ciberseguridad y TI se quedan sin manos.

Ahí es donde entra Batuta.

Batuta nace para ser esas manos remotas, rápidas y seguras. Una herramienta pensada para actuar cuando todo lo demás no puede. Pero más allá de eso, es una plataforma que busca algo más profundo: orquestar.

Sí, orquestar. Porque en un incidente —o incluso en la operación diaria— ciberseguridad y TI ya no pueden ser silos, tienen que actuar como una sola unidad. Batuta promueve esa colaboración, esa sincronización entre personas, herramientas y procesos.

Así como el director de orquesta guía a cada músico para que todos toquen en armonía, Batuta permite que cada endpoint, cada sistema, cada área de una organización actúe en conjunto. No solo reacciona: coordina, guía, anticipa.

Cuando comenzamos a usar Batuta dentro de nuestro propio servicio, vimos resultados inmediatos. 

En uno de los primeros casos, un cliente se quedó completamente desprotegido tras un ataque. No teníamos acceso a nada, pero Batuta nos permitió contener el incidente rápidamente, restaurar operaciones y devolverle el control. Fue ahí donde entendimos que estábamos construyendo algo que marcaba la diferencia.

Por eso el nombre, porque Batuta no es una herramienta más; es la guía que permite que todo el sistema toque en la misma sintonía. Es la capacidad de transformar la complejidad en claridad. El ruido en acción coordinada.

Hoy, más que nunca, necesitamos orquestación inteligente. Necesitamos una batuta. Y para mí, no podría haber un nombre que representara mejor lo que hacemos y por qué lo hacemos.